Con un emprendimiento en el que ofrecen accesorios de indumentaria y productos sanitarios, un grupo de diez migrantes senegaleses enfrentan la pandemia de forma cooperativa, unida y solidaria.
“Antes vendíamos en las calles porque no teníamos otra opción y dentro de la pandemia nos quedamos en nuestras casas sin hacer nada”, cuenta Oumar, senegalés que vive desde hace unos cinco años en Argentina. Por la situación del covid-19 su trabajo y sus ingresos se vieron interrumpidos, como los de más de la mitad de las personas migrantes que residen en el país.
La situación de las y los migrantes durante la pandemia fue relevada por el Espacio Agenda Migrante 2020 que realizó en abril una encuesta a 1266 personas. El 58 por ciento de las y los que participaron había perdido su trabajo o su fuente de ingreso desde el inicio de la pandemia. Otro 13 por ciento vio disminuidos sus ingresos porque su trabajo fue interrumpido en parte.
Para enfrentar esta situación, un grupo de diez senegaleses que participan de las clases de español del Bloque de Trabajadorxs Migrantes (BTM) crearon un emprendimiento cooperativo al que llamaron La Tiendita Migrante Japoo Door Warr, que significa en wolof, su lengua, “agarrarnos para trabajar”.
“Somos hombres y mujeres migrantes de Senegal que vivimos en Argentina. Venimos acá por muchos motivos. Para trabajar, para buscar una mejor vida, para poder vivir bien y poder ayudar a nuestra familia que está al otro lado del mundo esperando nuestra ayuda”, cuentan en su presentación.
El BTM brinda clases de español para personas de Senegal o para cualquier migrante que tenga otra lengua materna desde agosto de 2018. Este año iban a comenzar los cursos en marzo pero tuvieron que cancelar el inicio por la pandemia. Mariana Brito Olvera, una de las docentes, cuenta: “En un principio no hubo una adaptación al aislamiento de los cursos porque muchas de las personas que enseñamos tuvimos que abocarnos a otras tareas de la coyuntura como la campaña de donaciones de alimentos y productos de higiene para las familias migrantes. Ahora varios de los profesores y profesoras estamos apoyando el proyecto de La Tiendita Migrante”.
“Para empezar el proyecto tuvimos reuniones con nuestros maestros, el BTM nos apoya para poder enfrentar la situación”, expresa Oumar. Mariana explica: “Ayudamos en la comunicación, nos mandan audios de algunas preguntas y nosotros las transcribimos para las publicaciones. Hacemos de soporte en el emprendimiento y, de esta manera, también continuamos un proceso de aprendizaje entre todas y todos”.
El primer producto de La Tiendita es el “Kit antirracista de invierno”, que contiene una ruana, un alcohol en gel y 10 barbijos descartables. ¿Por qué este nombre? En sus redes sociales expresan: “Tu compra ratifica que nuestras vidas importan”.
Encontrá a La Tiendita Migrante en Instagram @latienditamigrante y Facebook.